El avance tecnológico no debe ser la mayor aspiración del hombre, su mayor aspiración efectivamente tiene que ser mejorar, pero mejorar en su interior, como persona.
El hombre tiene que encontrar el camino correcto y dejar aquellas aspiraciones superficiales que tienen que ver con el consumo y la ambición para así dejar espacio al amor y respeto por sí mismo y por quienes lo rodean
Como hemos visto este último tiempo, el hombre se ha visto fuertemente involucrado en un actuar que deja mucho que desear, y que se ve ligado a su ambición por mejorar tecnológicamente. Esta ambición le ha hecho postergar y me atrevo a decir olvidar que el ser humano tiene la capacidad de pensar y como consecuencia saber identificar lo que está bien y lo que está mal. Su actuar lo está llevando a su autodestrucción, que dentro de su ambición por crear no es capaz de detenerse a pensar si su actuar afecta o no a su entorno.
Efectivamente la tecnología nos ha facilitado la vida teniendo una infinidad de virtudes pero como todo también tiene desventajas. Y más que desventajas, el humano no ha sabido utilizar aquellos avances, ya que utiliza la ciencia y tecnología para fines destructivos y no constructivos.
De esta forma los únicos perjudicados somos nosotros mismos y el planeta en el que vivimos. Esta conducta es propia de un asno estúpido como así denomina a la raza humana Isaac Asinov en una de sus obras en la cual hace una dura crítica hacia la conducta humana.
No estoy en contra de que progresemos en el ámbito de la tecnología, estoy en contra de que el avance tecnológico sea la mayor aspiración del hombre.
La grandeza del hombre está en su interior y su mayor aspiración debe estar ligada a su ser y no a la tecnología, debe velar por ser cada vez mejor, vivir queriéndose a sí mismo, respetarse y respetar su entorno y quienes lo rodean.
El hombre debe enfocarse en encontrar su identidad y usar aquello en beneficio de él y la sociedad. Para así acabar con aquellas problemáticas que agobian a la humanidad ; las guerras, el consumismo, el calentamiento global o la hambruna.
En resumen podemos decir que el error del hombre, radica en que debe enfocarse en encontrarse a sí mismo y ser capaz de pensar en aquellas consecuencias que tiene su accionar frente a la sociedad, en vez de pensar en solo evolucionar tecnológicamente. Debe ser capaz de encontrar el equilibrio perfecto entre la ciencia y su ser para que de esta forma todos estos avances sean a beneficio y no lo contrario.
Primero debe detenerse a pensar en su ser, entender que si no existe respeto a sí mismo, no puede existir respeto hacia los demás. Tiene que entender que su mayor aspiración no es el avance tecnológico, sino él mismo.
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