La existencia del hombre que ocurre de manera espontánea, porque sí,
concuerdo en que no se creó a sí mismo, no tuvo libertad de decidir si nacer
o no, no decidió si ser creado o no, pero no porque Dios le tenga un camino
forjado. Niego el hecho de que exista alguien superior a nosotros que talle un
camino detallado. Quien me trajo al mundo fue mi madre porque supuestamente amaba
a mi padre. Esa existencia, mi existencia, está atada a la suma de las
acciones y decisiones que a lo largo de mi vida irá determinando mi esencia,
por lo cual soy responsable del sentido de mi propia vida. Así, el hombre, es
libre de actuar y definirse constantemente, pues esto es inherente a su
condición humana; pero está obligado a elegir permanentemente dentro de esta
libertad.
El hombre sí está condenado a ser libre. El estar
a favor o en contra, el incluso abstenerse de dar una opinión es una opción y
eso es libertad, sí o sí se debe escoger. Se confunde la conciencia y condicionamiento moral con los prejuicios. Lo
que realmente nos pone límites son nuestros propios juicios, juicios que
habitan nuestra mente y que nacen de una ilusión: el pasado, pasado lleno de
experiencias que ya no existen, pero que limitan nuestro actuar en base al
miedo y a lo irreal y que nos restan libertad. Nos atamos y hacemos adictos a sufrir viviendo una y otra vez memorias
fantasmagóricas de cosas que nos afectaron e hirieron y que intentamos no
repetir por lo que nos esclavizamos a esas memorias y perdemos libertad por
nuestra propia decisión. Si tu pasado está lleno de experiencias dolorosas
(violación, robos, humillaciones, discriminación, abandonos, muertes) ¡deja de
encadenarte a ellas! Ya no existen, lo único que se tiene es el ahora... En vez de atormentarte con tu pasado, cuestiónate qué harás con
tu futuro, es ahora que se tiene el gran poder de elección, es ahora cuando se puede cambiar todo si simplemente se suelta la mochila y la adicción a sufrir
rememorando cosas que no existen.
Miles de limitaciones han intentado, a miles de millones de personas,
arrebatarles la libertad. Uno de los ejemplos que más conmueve es el de Bethoveen;
Limitado en sus sentidos auditivos fue uno de los más grandes compositores
de la historia. Eso es libertad; no auto limitarse con un "no
puedo". Tú decides si te dejas avasallar por las consecuencias de lo que tú
mismo generaste. La libertad descansa en tu poder de decisión y tú puedes decidir entre
seguir lo que quieres o rendirte al piloto automático. El poder de decisión nunca se pierde... tampoco la libertad, lo que se
pierde es la voluntad por conseguir lo que quieres y eso ocurre cuando te
rindes.
Marina Salas C.
4to medio.
Colegio Nuestra Señora de la Misericordia.
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