Contra-argumento
Tal afirmación no es más que una contradicción retórica. ¿Cómo puede marcar presencia en la cabeza de alguien una idea así? Si el sólo hecho de nacer nos condiciona a la carencia de libertad. ¿Acaso nos preguntaron si queríamos nacer? o ¿cuándo queríamos nacer?; ¿Tomaron en cuenta el cómo queríamos ser, qué carácter, ojos o color de piel deseábamos tener? Ciertamente no escogimos que se diera el coito entre nuestros progenitores. No, no se nos preguntó jamás si queríamos o no nacer porque eso, indudablemente, lo decide Dios, él tiene un camino para nosotros, para ti, para mi, para tu padres y amigos y no puedes pretender no caminar por él porque así debe ser, debes hacerlo dando gracias por haber nacido, dando gracias por la vida que se te asignó.
En la etapa de la niñez no poseemos la racionalidad necesaria para discernir con respecto a lo que está sucediendo a nuestro alrededor porque un niño debe ser, en esencia, inocente e ignorante y jugar y aprender, nada más. No debe tener preocupaciones más allá de las que le conciernen como criatura inexperta o que no van acorde a su edad. La dependencia a los padres es también un punto culminante en esta idea de que somos libres, ¡no somos libres! dependemos del bien y del mal, de la ética y moral, de las enseñanzas que han traspasado de generación en generación. A medida que vamos creciendo y nos hacemos adultos tampoco se puede vivir en libertad porque el ser humano se encuentra limitado por el entorno, debe formar un familia y tener una casa, debe tener un buen empleo y pagar cuentas. Cuando crecemos somos dependientes del dinero. Todo el tiempo vamos a depender de algo, siempre estaremos aferrados a cualquier cosa, además, claro, de los modelos sociales, las leyes, la moral y las normas establecidas ¿cómo el hombre va a ser capaz de vivir en libertad si tiene todo estos obstáculos y metas por encima? No podemos sobrepasar las leyes, por algo están, ¿no? las leyes deben cumplirse para que el mundo funcione bien, ¿dónde quedan las buenas enseñanzas que dicen que debemos ser buenas personas y hacer el bien? Si actuáramos en completa libertad corromperíamos las buenas costumbres, dejaríamos de lado el respeto, pasando a llevar todo y a todos. ¿Cómo se le puede a eso llamar libertad si asociamos libertad a felicidad? La libertad no es el poder de hacer lo que queremos sino ser capaces de hacer lo que debemos.
4to medio.
Colegio Nuestra Señora de la Misericordia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario